Para los amigos
Uno se entiende mejor con un enemigo que con un traidor.
Siento que soy libre, pero se que no lo soy.
La conciencia es algo más que una espina.
Más busca en tu espejo al otro, al otro que va contigo.
Se loco cuando la ocasión te lo reclame.
La gran creadora de la verdad es la mentira.
El poeta juega al ajedrez sin tablero por eso a veces no se entiende lo que escribe.
Para poder amar hay que dar la nariz contra el suelo, para después subir al paraíso.
La convicción es la espada de acero que protege nuestra vida.
El idealismo nos impulsa por caminos desconocidos, a veces azarosos pero mantiene nuestro espíritu vivo.
La vida es el interrogante más importante para el ser humano.
La muerte es la respuesta a todos los interrogantes.
La discriminación no afecta individualmente sino a la humanidad entera.
El odio es inconducente castiga la vida de quien lo siente y estimula.
El amor bien entendido halaga nuestro corazón y libera el alma.
El atractivo de la vida es el misterio.
La amistad es un sentimiento puro, que enaltece al hombre.
Silvia N. Fabiani
viernes, 28 de enero de 2011
LA FARSA
La farsa termina sin palabras mentidas,
ni intento de salvar lo que no fue.
fantasía diluida que se perdió
en el desamor.
El beso fingido y el corazón desierto.
Desterrar la intención de exigir.
La respuesta se filtra
como la gota que insistente,
logra horadar la piedra.
No se obliga al amor a dar lo que no siente.
Frustración obsecuente
Y el cántaro desborda,
casi tan natural como la lluvia.
El anuncio acertado,
desdibuja el obligado encuentro.
Se apodera el silencio del alma
que aun herida, no reniega del hecho consumado
El viento evapora el fluido entre las sombras
Y el saxo entona la cruel melodía
del adiós.
Silvia N Fabiani.
La farsa termina sin palabras mentidas,
ni intento de salvar lo que no fue.
fantasía diluida que se perdió
en el desamor.
El beso fingido y el corazón desierto.
Desterrar la intención de exigir.
La respuesta se filtra
como la gota que insistente,
logra horadar la piedra.
No se obliga al amor a dar lo que no siente.
Frustración obsecuente
Y el cántaro desborda,
casi tan natural como la lluvia.
El anuncio acertado,
desdibuja el obligado encuentro.
Se apodera el silencio del alma
que aun herida, no reniega del hecho consumado
El viento evapora el fluido entre las sombras
Y el saxo entona la cruel melodía
del adiós.
Silvia N Fabiani.
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