jueves, 5 de junio de 2008
MATILDE
Matilde
Nació con un busto pequeño que pasaba totalmente desapercibido. Ella quería ser vedette. Su situación económica no le permitía, ni siquiera soñar con una intervención quirúrgica para hacerse un implante. Pero el destino que a veces es impredecible, hace lo que quiere con la vida de los seres humanos Estudió teatro y con los años se fue perfeccionando hasta llegar a ser una de las mejores actrices del país. Viajó por el mundo, conoció Oriente y observó que la mayoría de las mujeres carecían de un busto prominente.
Este detalle físico no les impedía ser exitosas.
En el fondo de su corazón ella seguía alentando la ilusión
de su adolescencia, ahora disponía del dinero. La decisión estaba tomada. Eligio la mejor clínica y todo se desarrolló normalmente. Después del reposo correspondiente, regresó a sus actividades.
Con el tiempo notó que su cuerpo rechazaba la prótesis.
Dolores, trastornos inflamatorios no le permitieron disfrutar de su tan anhelado deseo.
Las palabras de su médico la dejaron sin aliento.
Una nueva operación y otra vez esa parte de su cuerpo pasaba desapercibida. Pero había salvado su vida.
Le habían ofrecido interpretar a George Sand, la famosa escritora. Su perfil se ajustaba al personaje.
La obra sería representada en un importante teatro, para gobernantes, escritores, empresarios.
Se ajustó la chaqueta, una voz exigente le recordó que era su momento de salir a escena. Los aplausos la conmovieron.
Atrás quedarían las veleidades juveniles. SYLVIE
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