jueves, 5 de junio de 2008
OLORES
Olores
Recordando se escapa el tiempo y uno se deja trasladar sumiso.
El día que nos conocimos, así, por casualidad o mejor dicho por destino.
Ignoraba quien eras pero tu perfume penetraba en mi piel.
Cuando conocí todo de ti, era demasiado tarde. No había camino de regreso.
Eras muy importante, ¡Cuantos aromas te rodeaban!
Y yo tan indefensa sin saber que decir, sólo atinaba a respirar.
Y a mirarte embelesada, eras el dueño de un imperio, poderoso
ostentoso y soberbio.
Intenté mil maneras de escapar de tu hechizo. El corazón nubló
a la razón. Y me deje llevar entre fragancias. Y a veces las lágrimas saladas se mezclaban con el dulce empalagoso que invadía el ambiente.
Viví entre cajas satinadas y el amor avasallante que me dabas.
Me ofreciste un país de maravillas, que iba descubriendo día tras día. Pero nada es eterno y hoy solo tengo secuencias en la mente
cuando las sombras de la noche llegan, con el olor de alfajor de chocolate mezclado con el mar que tantas veces nos arrulló y fue testigo de aquel romance inolvidable.
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