miércoles, 22 de julio de 2009
INCOMUNICACIÖN
Como su nombre lo indica, el prefijo in, molesto, negativo, pero existe.
A veces me pregunto que significa estar comunicado, decir hola cada vez que suena el teléfono y escuchar publicidades de llamadas al interior o al exterior, o la instalación de una banda ancha para poder chatear mas barato, suscribirse a un plan para la compra de un auto nuevo pagando doscientos pesos por mes, la oferta de adherirse a una prepaga que cubre lo que otras no, y la lista es larga.
Hace años, muchos, podíamos hablar horas por teléfono con nuestros familiares, amigos, novios o amantes sin que influyera en la factura, hoy el minuto vuela como un pájaro desesperado lo que trae a consecuencia hablar lo mínimo indispensable.
El Chat que hace que estemos horas escribiendo con un teclado y un monitor, comunicándonos con personas que quizás nunca lleguemos a encontrarnos y que además ignoramos si se muestran tal cual son o inventan una personalidad .
Las reuniones familiares se han ido diluyendo en el tiempo.
La sociedad de consumo impacta con su rapidez y el hombre ha dejado de disfrutar para convertirse en un ser robotizado que debe cumplir con objetivos pre estipulados para no quedar fuera del sistema.
En la era de la tecnología, la soledad es cada vez mayor.
Ni que hablar si queremos hacer consultas en instituciones gubernamentales, antes la atención era personalizada, ahora hay que conectarse a la página de Internet donde esta todo explicado. Lo mismo ocurre con los bancos, con las aerolíneas etc., etc.
Uno sube a un colectivo y a los dos segundos comienzan a sonar los celulares, los ritmos que anuncian un llamado son variados van desde salsa hasta música clásica, uno no puede evitar pensar que comunicados que están, pero hay algo mas, quien tiene el mas costoso y novedoso y el alarde es inevitable.
Los Bingos han proliferado como flores por todo el país, ni que hablar de las máquinas tragamonedas. Cada uno sentado delante de su pantalla y botoneras concentrados en el juego y olvidándose del mundo, miles de personas que sustituyen el tiempo de estar con sus pares de esta forma. Eso si en cada salón hay carteles que dicen en letras muy grandes “El Juego es perjudicial para la salud “y ya no se trata de hombres solamente, hay gente de avanzada edad, la mayoría mujeres seguramente porque sus hijos están en la gran carrera del progreso y no tienen tiempo para ellas. Hombres desocupados que alientan la secreta esperanza del famoso “golpe de suerte”Y la lista es innumerable.
Lo mismo ocurre con los geriátricos, convertidos en depósitos de abuelos a veces no tan viejos.¿ Donde quedó esa época en que la familia respetaba y veneraba a sus longevos integrantes y convivían en armonía hasta que fallecían ¿ Se habla mucho sobre comunicación, en realidad, es una utopía.
Mi vecino el asesino, el delincuente, el traficante, el represor parecen títulos de películas, pero gracias a la incomunicación, puede ser el caso de cualquiera de nosotros, ignoramos quienes son los que conviven con nosotros en el edificio, a los que saludamos cada día ignorando si alguna vez se volverán en nuestra contra. Incierto e inseguro el mundo este donde conviven la Biblia, el calefón y las ocupaciones non sanctas consecuencia de sistemas gubernamentales que han sumido a Latinoamérica en lo que hoy es un cuarto mundo sin miras a que esto se revierta.SILVIA NOEMI FABIANI
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario