miércoles, 22 de julio de 2009

MIRADA

Lo conoció en una reunión familiar. Amigo del hermano mayor, sintió que su mirada la recorría en un segundo, su amplia sonrisa la desarmó.
Cuando comenzó el baile, se le acercó solícito y la invitó al centro de la pista, había en su mirada una luz diferente que la deslumbraba.
Cristina era la mas pequeña de los dos hermanos varones, con sus apenas dieciocho recién cumplidos, bella y esbelta tenía varios pretendientes, pero este tenía algo especial según lo que les comentaba a sus amigas. A partir de esa noche, Joaquín comenzó a cortejarla.
Serio, pero con un humor irónico era el centro de atracción de los encuentros. Con un título recién obtenido en Ciencias Económicas, la vida le sonreía. Ella comenzó a notar que el gozaba con la sumisión que le brindaba. Si estaban en alguna fiesta y se alejaban uno del otro
el la seguía con la mirada y si hablaba demasiado con alguien del sexo opuesto, algo indescifrable en su mirada le producía temor, por lo tanto se alejaba presurosa de su compañero de charla y se acercaba a sus amigas tratando de disimular lo que sentía. Los celos de Joaquín comenzaron a incomodarla y a producirle una sensación de angustia.
Así comenzó también la etapa de comprender.
Joaquín enfermó. Primero se quedó sin habla, luego sus miembros no le respondían. Postrado en una cama, solo podía escuchar y mirar.
La desesperación invadió a Cristina. Si bien poseía mas libertad la situación le producía una gran tristeza.
Había entre ellos una relación especial. Ella le hacia las preguntas y el le contestaba con parpadeo de ojos, así podía satisfacer todos sus deseos. La vida a veces es imprevista, pensó y se sintió satisfecha con respecto a estar siempre pendiente de las miradas de Joaquín, de esa forma hoy podía sobrellevar mejor el trance difícil por el que ambos atravesaban. Silvia N. Fabiani

No hay comentarios.: